El obispo auxiliar de Corrientes, José Adolfo Larregain, analizó junto a época temas que hoy afectan a la sociedad, en una suerte de diálogo abierto propuesto por este matutino.
El religioso, que arribó al Arzobispado de Corrientes en junio del año pasado, dio su parecer en torno a temas disímiles, pero de candente actualidad tales como la polémica Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), pandemia, uso de la tecnología para comunicarse y hasta la propia beatificación de Fray Mamerto Esquiú, hecho acontecido ayer en Catamarca.
¿Qué opina de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo?
Es lamentable, triste y dolorosa. Es increíble cómo se vacía de contenidos a las palabras, con ese nombre se la atenúa, pero está claro que interrumpir una vida es matarla. El aborto es un asesinato, no hay que usar eufemismos.
¿Por qué cree que fue aprobada esa normativa?
Le dieron un uso político a esa iniciativa. Hay intereses económicos detrás. La postura adoptada es seguir como vagón de cola de otros países, en los que también rigen legislaciones de ese tenor y de esa manera se va generando jurisprudencia internacional y legitimando al aborto.
En Argentina ya se despenalizó el aborto, ¿ve posible que se apruebe una ley proeutanasia?
Quizás vamos camino a eso. Fíjense que ambos momentos (embarazo, niñez y vejez) son las etapas de mayor fragilidad de la vida. Son los que no producen. Las ciudades se van a llenar de gente grande y va a disminuir la población.
La vida se defiende desde el primer instante de la concepción y hasta el último momento, que es cuando Dios nos llama.
Corrientes se va a sumar a los “40 días por la vida” (ver más abajo), ¿qué busca la Iglesia con esa actividad?
Primordialmente, es una propuesta de concientización sobre la defensa de la vida y propone que se replantee la ley del aborto.
Además, es un llamado de atención para los que abrazamos la religión católica y no decimos cristianos. Hay que tomar conciencia que cuando uno adhiere a una fe, esos principios y valores después tiene que llevarlos a la práctica en la vida.
Muchas veces no tomamos real conciencia de las implicancias y responsabilidades que conlleva profesar una religión.
¿Cómo afectó a las parroquias y a las actividades pastorales el distanciamiento social generado por la pandemia de coronavirus?
Como a todos los niveles de la sociedad, fue complicado al principio y después con el uso de la tecnología se favorecieron las transmisiones de las celebraciones y ahora de a poco se va permitiendo más presencialidad y participación. Todo es paulatino, porque aún seguimos en cuarentena.
Obviamente que observar una misa por televisión, celular o una computadora no es lo mismo que vivenciarla en el templo. Falta el diálogo, la mirada, el compartir ese momento tan importante para quienes compartimos esta fe.
Desde su lugar de pastor, ¿qué cosas cree que cambiarán a nivel religioso cuando entremos en la pospandemia?
La cuarentena trajo varios cambios en la vida de todos. Particularmente pienso que el uso de las tecnologías de comunicación, puertas adentro de las parroquias, vino para quedarse.
Es una gran herramienta para que las personas no abandonen la fe y puedan compartir las celebraciones sin salir de sus viviendas. No veo tan lejana a la pospandemia si es que se sigue avanzando en la vacunación y prosigue el descenso de casos.
De a poco también se volverá a la presencialidad en los templos, muchos ya están aprovechando sus patios para cumplir con comuniones o confirmaciones en espacios abiertos. No obstante, hay que seguir respetando los protocolos sanitarios, no hay que confiarse.
¿Cómo vivió la beatificación de Fray Mamerto Esquiú?
Con mucha alegría. Fue un franciscano, un misionero que hizo un gran aporte, tuvo una vida muy comprometida con el anuncio del evangelio y se preocupó por los pobres.
Esquiú Nació el 11 de mayo de 1826 y falleció el 10 de enero de 1883 en La Posta de El Suncho, fue fraile, sacerdote, obispo, docente, periodista y reconocido legislador, destacado por su encendida defensa de la Constitución Argentina de 1853.
El milagro que permitió que Fray Mamerto sea declarado beato por el Papa ocurrió en la provincia de Tucumán, y fue por la inexplicable curación de una recién nacida con osteomilietis femoral grave. El 24 de abril de 2019, la Comisión Teológica de la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano dio por aprobado el milagro.
Rezarán el rosario por el fin del aborto
Corrientes formará parte de la Campaña 2021 de “40 Días por la vida” para rezar por el fin del aborto.
La actividad se iniciará el miércoles 22 de septiembre y se extenderá hasta el 31 de octubre y se desarrollará en simultáneo con 100 ciudades de América. Se hará de 8 a 20, y tendrá como epicentro a personas rezando en el acceso al Hospital Materno Neonatal “Eloísa Torrent de Vidal”, sobre calle Las Heras.
Esta campaña de oración, que se realiza por segunda vez este año en Corrientes, es llevada a delante por un grupo de fieles de distintas comunidades. Ellos invitan a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que deseen rezar por la vida y por el fin del aborto para cubrir las horas previstas cada día y que puedan hacerse presente y rezar frente al hospital.
La campaña de 12 horas, siete días a la semana tiene tres componentes: oración y ayuno, los creyentes en toda la ciudad están invitados a unirse a los 40 días de oración y ayuno para poner fin al aborto. Vigilia pacífica: representa la vida durante los 40 días y sea un testigo público frente a las puertas de los centros de salud. En Corrientes será en el acceso al hospital neonatal. “Ayúdenos a llevar un mensaje positivo, alegre provida a cada esquina de nuestra ciudad por esfuerzos de medios, defensa y visibilidad pública”, explicaron desde la organización. Para cualquier consulta o pedir más información, se pueden comunicar con la coordinadora del grupo, Evelyn Mari, al número de celular: 379-4780310.
Fuente: Diario Epoca
Radio San Cayetano- www.fmsancayetano.com.ar 102.5 Mhz | Señal de la Iglesia en Corrientes
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